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Relativo

El hombre era un cansino. Ella sabía que años atrás, antes de los años gastados, antes de las patas de gallo, antes de la almohada fría, antes de las canas, antes de los calores y sobretodo, antes de confusión, le hubiera llamado un cansino, y en efecto, el hombre era un pesado, pero los tiempos eran otros, así que prefería llamarle intenso, con una capita de tedioso apenas tolerable, o mas bien muy intolerable, lo veía, sentía su abrazos de pulpo, sus besos babosos, la lengüita de reptil, se sentía querida, mas bien deseada, un poco ultrajada, y eso era lo que había deseado, o era otra cosa, lo cierto es que ya no se acordaba de lo que quería, por eso le seguía el juego, porque se había aburrido de asomarse tristona desde la ventana de casona vacía que era su cuerpo, y se intentaba persuadir que estaba feliz, mas bien satisfecha, mas bien a duras penas aguantando, y pensaba que quería querer, y deseaba desear pero no se convencía, y no sabía si era su felicidad la que no la convencía, o si era que el hombre no daba para llenar tremendo vacío, tremendo abismo, que de todas formas nada podía llenar, ni siquiera el, semejante personaje, con todo su 'latin flair', medio pálido, medio demasiado ensayado, muy uf como muevo las caderas, uf despacito, uf mis tres palabras de español con acento cubano de Stuttgart, mamita lica, mirando de lado con su sombrerito de gangster de los cincuenta, chasqueando los dientes. A ella solo le faltaba liarse con alguien que chasquease los dientes por dárselas de interesante. Se lamentó un poquito pero puso buena cara. Se sintió acompañada, un poquito en vida, un poquito importante, piel de gallina, rubor, tensión, excitación, soledad, pena, dolor.


Parrot Haven (1998) - Wu Guanzhong

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