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Mostrando las entradas etiquetadas como Trivialidades

El fulano

El silencio no era lo suyo, tampoco el escándalo. Lo suyo era un eterno zumbido y una  tremenda  tendencia a evadir todo tema espinoso. Por hablar y no decir. Que se me poncho la bici, que lo complicado  de  encontrar filete de atún fresco hoy por hoy caray, que las vacaciones tan lejanas aun, que  los  zapatos de calidad, la pelusa de ombligo, la cena de esta noche, y por supuesto el clima. Yo detectaba un temor al silencio, a mirar a los ojos, a pronunciarse, a cuestionar, a chocar, a emocionare, a colorear fuera de las lineas, a hacer barricada en una esquina y defender territorio con mordiscos y zarpazos, a rasgar piel, a sacar sangre, a la fiebre y el sudor frío. Lo suyo era una sopita caliente, sweater de lana mullida, fraternidad con los míos, yerno ideal, tedioso, sobrio, competente, el peso enorme de la condescendencia, del honor, el amor a la patria, la fe en Dios (a mi madre se le respeta carajo). Muchos jamases y lo a...

Utilitario

Se acodó en la barra al mismo tiempo que yo. Nos miramos. Nos miramos otra vez. Le cedí el turno. Era indiferente a la amabilidad. Pidió un trago con jugo de tomate. Comenté su originalidad. Ella comentó mi comentario. Alguien pasó por un costado. Nos arrojo un tema en el regazo. Lo tomamos cada quien por su lado. Lo hicimos añicos en segundos. Encontramos otros retazos de palabras en el suelo. Las recogimos. Nos servimos cada quien hasta la saciedad. Nos regalamos sonrisas, un brindis, mas miradas. De puro aburrimiento decidimos meternos en temas caleidoscopios, demasiado ignorantes, demasiado prepotentes. Salimos manchados y despeinados por el otro lado. Quizás un poco excitados también. Yo porque le veía la pierna y ese panty negro. Ella no sé que mierda me veía. Por un rato  jugamos a las opiniones. A llamarnos cosas. Sordos, ciegos y testarudos. Atinamos a sacar el muestrario de humanidad que llevábamos guardado en el bolsillo interior de la gabardina....

No me digas tu nombre

Seated woman with bent knee 1917 - Egon Schiele Porque te veo bien. Y eres  linda  y sonríes, y noto, créeme que noto que le estás poniendo ganas al momento, que estás aquí, enteramente conmigo, y yo también estoy aquí contigo, solo que sin nombre,  aun. Y créeme que noto que te intereso, y por eso te pido que no me digas como te llamas, porque no quiero olvidarme y porque sé, estoy convencido que lo olvidare y no quiero olvidarme de ti, ni de nada tuyo.  Y es que  aunque reconozca todo esto que veo, lo cierto es que no me interesas, es decir, no me interesas aun. Y es así de drástico todo en esta selva, porque lo que no interesa se olvida y por eso prefiero que me converses un poquito mas, así, tan bonito como hasta ahora, sigue así y yo te prometo que no me olvido de ti, ni de tu nombre que debe ser así de lindo como tu, pero por ahora, simple y llanamente demasiado prematuro. Por eso, háblame más y ya verás como a tu rostro poco a poco se le borra...