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Vendedor de sebo de culebra

Había gente que le llamaba mentiroso, embustero, estafador, charlatan. Para mi era un creador, mas bien un soñador de realidades mas convenientes. El creía en sus mentiras con pasión. Se sumergía en las profundidades oscuras de sus abismos. Iba sin miedo allá donde nadie quería o se atrevía a ir. Habitaba las cavernas existenciales de las utopias que a fuerza de invocarlas se hacían verdades solidas. Tan solidas y tan bien integradas en su retórica obtusa que podía encaramarse en ellas y dejarse pasear como en andas, vociferando a los aires aquellas certezas adquiridas, aquello que por el solo hecho de ser pensado ya cobraba derecho de existencia. Sólo por el poder sugestivo de su narrativa dulce. Solo porque el decidía creer en ello. Una cuestión de fe e ideologías. Una cuestión de dioses, por qué no una forma más de religión.


I need you to argue with me to know what I really believe

Die gelbe Maske 1910 - Max Pechstein


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